UNA HISTORIA EN FAMILIA

Heredamos de nuestros antepasados familiares el gusto y la experiencia ...


...por la cría y manejo de borregos de traspatio y la preparación y cocción de barbacoa de borrego en hornos de ladrillo y piedra. En aquel entonces, la crianza estaba basada en el libre pastoreo del rebaño por las praderas y valles de Tlacotenco, podemos decir que la experiencia y éxito de nuestros sucesores estaba limitada solo a la vivencia diaria.

Con una visión de negocio basado en una excelente organización y profesionalismo pero sin olvidar lo heredado y sin olvidar nuestras raíces pusimos en marcha una nueva era familiar para la cría y engorda de ganado ovino respondiendo ahora con el nombre de “DON CANELO”.

 

Así nacen dos organizaciones donde el trabajo final y resultados de una es el trabajo inicial de la otra, producción y trabajo seriado para llegar directamente a nuestros clientes con precios justos y excelente calidad de nuestros productos.

Nuestra modernización de negocio empezó 

con capacitación técnica zoosanitaria aprendiendo técnicas de buen majo del rebaño, medicina veterinaria, dietas adecuadas para cada tipo de ovino atendido a su raza, edad y finalidad del animal.

Nos mantenemos actualizados participando constantemente en ponencias, foros y reuniones con ovinocultores de la región pero sobre todo con ovinocultores de la zona occidente, centro y sur de México intercambiando ideas, conocimientos y experiencias.

Hoy en día nuestra producción está sustentada bajo el método “SEMIESTABULADO”, es decir, en el día nuestro ganado pastorea libremente por las praderas y valles y por la tarde noche complementamos su alimentación con dietas basadas en forrajes y granos de primera calidad. Lo que distinguió a nuestros sucesores y distingue a “Don Canelo” es la preparación de nuestra barbacoa de borrego en hornos de ladrillo y piedra calentado con leña y cubriendo la carne con pencas de maguey pulquero, cocina artesanal y tradicional para paladares exigentes como el de usted.

 
 

ESTAMOS EN SANTA ANA TLACOTENCO

El pueblo de Santa Ana Tlacotenco se ubica en la Alcaldía Milpa Alta, uno de los más hermosos lugares de la Ciudad de México, compuesto en su mayoría por terrenos dedicados al cultivo de maíz, nopal y hortalizas. Este paisaje da al lugar un clásico sabor campirano.

La historia y el origen de Tlacotenco y de todo Milpa Alta aún sigue confuso, aunque se tienen datos de que sus primeros pobladores eran chichimecas, que posteriormente fueron sometidos por los aztecas de Tenochtitlan. Más tarde, con la llegada de las órdenes religiosas se levantaron los templos y las ermitas de los doce poblados que hoy componen la Alcaldía Milpa Alta.

En los tiempos de la Revolución Mexicana los milpaltenses perdimos muchas cosas, pero afortunadamente lo que no se perdió fueron la alegría y el colorido de nuestras tradiciones, como son los bailes, los cantos y las ceremonias pagano-religiosas, costumbres heredadas de nuestros antepasados que se han transmitido de generación en generación.

Desde los tiempos precolombinos las actividades agrícolas han sido predominantes en la vida de los milpaltenses, aunque se conserva la artesanía de ayates hechos con fibra de maguey y de fajas y cintas adornadas con chaquira, manualidades que se niegan a desaparecer. Cada pueblo de Milpa Alta realiza una fiesta en honor de sus santos patrones. El calendario comienza el primero de enero, en Tlacotenco, donde los pobladores del lugar realizamos el culto a la renovación del Señor de Chalma.  A las fiestas de los patronos de los pueblos hay que sumar las correspondientes a los patrones de los barrios y las numerosas peregrinaciones organizadas para pagar promesas a algún santo. En ese sentido cobran importancia aquellas cuyos destinos son el Santuario de la Virgen de Guadalupe, en el Tepeyac; y la del Señor de Chalma, en el sur del estado de México. Además de este calendario de patronazgos, los milpaltenses celebramos otras fechas, algunas religiosas y otras tantas típicas de la región dentro de las que destacan por su colorido y sabor mexicano: La Feria del Mole, La Feria del Nopal, La feria de los Globos de Cantolla en Tlacotenco y La feria de la Barbacoa. 


 

 

La cocina tradicional de Milpa Alta tiene su base en el maíz.

Una vez nixtamalizado, el maíz se emplea para hacer masa con la que se han de preparar desde atole hasta antojitos mexicanos de todo tipo. Los milpaltenses echamos mano de todo lo que sea posible conseguir en sus mercados o en la montaña.

En Santa Ana Tlacotenco, por ejemplo, es costumbre la recolección de algunos géneros de hongos comestibles, mismos que suelen acompañarse de chile, epazote y cebolla.

El maíz, en forma de tortilla, acompaña todos los platillos del repertorio gastronómico milpaltense. Además del mole, en Milpa Alta se preparan barbacoa de carnero en penca de maguey pulquero, mixiotes de lo mismo o de carne de conejo. El conejo también se acostumbra comer adobado y asado a las brasas.